“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas 19:10)
El texto dice “lo que se había perdido”. Con lo que ocurrió en Génesis el hombre decidió transportar y depositar su fe y creencia en lo que le dijo la serpiente, allí negó y se apartó de la voluntad del Dios que lo había creado con un propósito eterno.
En Génesis 1:28, Dios bendijo a sus creados con cinco verbos de expansión y multiplicación multigeneracional. Esta bendición era para que se multipliquen y tuvieran un modelo de vida en la tierra y sigue estando vigente para nosotros a través de la obra de Cristo en la cruz volvemos a reconciliarnos con Dios por medio de Jesucristo.
Volviendo al texto de este día: “lo que” incluye, “al que”. “Lo que”, es todo lo creado por Dios, el mundo, los hombres, naturaleza, etc. “Al que” es el hombre. “Lo que” contiene a “al que”. La tarea pendiente de la iglesia cristiana hoy es la conquista y transformación de esta tierra.
La palabra “Ekklesia” o como la conocemos nosotros “Iglesia”, significa: Los llamados a fuera. Se refiere a los habitantes del mundo que han sido convocados para ser ciudadanos del Reino de Dios. Uno de los problemas es que nuestras congregaciones tienen programas centrípetos y muy pocos centrífugos. Todas las actividades se realizan dentro de los muros y no donde están las verdaderas necesidades. Fuimos enviados al mundo, a hacer discípulos al mundo (Mateo 28:19-10).
Usted como creyente es un agente de influencia en la sociedad. Los dones que le fueron dados deberá desarrollarlos fuera de las paredes de las instalaciones que tiene su congregación, en las calles, en el trabajo y en la actividad diaria que realiza. La Iglesia es la empresa de Dios aquí en la Tierra para la producción de líderes de influencia; véase como un agente de cambio. Transforme su actividad diaria en su púlpito. Fuimos llamados a influenciar en distintos sectores de la sociedad.
En Apocalipsis 5:12 encontramos una lista de sectores de la sociedad que la Iglesia debe entregar al que es digno, este es Jesucristo. Estos sectores son: poder, riquezas, sabiduría, fortaleza, honra, gloria y la alabanza. Las palabras tienen este significado: poder: “gobierno”; riquezas: “economía”; sabiduría: “educación”; fortaleza: “familia”; honra: “religión”; gloria: “celebración” (el arte en toda su expresión, deporte, música, etc.), alabanza: “medios de comunicación”. Estos son sectores donde los creyentes de la Argentina debemos conquistar y transformar para nuestro Señor Jesucristo.
La iglesia deberá entrenar líderes para cada uno de estos sectores o ámbitos donde hacen falta principios bíblicos, y en especial hombres y mujeres que los vivan e impartan como modelo. Para esto, sin duda que nuestras congregaciones deberán sufrir una transformación en varias áreas, y en especial en nuestra mente.
Alberto Rizzo – 40 días de ayuno y oración 2012